En el Arte Popular Comunitario la fantasía es la primera pincelada.
En realidad, todo el mundo tiene derecho a fantasear. A pasear imaginariamente por la vida o por la ciudad viendo solo lo bello, lo luminoso o lo único. Debemos permitirnos respirar aire de barrio periférico pero también de micro centro. Podemos transitar por los suburbios con relatos de su gente, sorprenderse con costumbres de otras épocas mezcladas con las actuales en un solo plano, en una sola instantánea efímera. Captar el espíritu cambiante y diverso de una ciudad nunca pasa de moda.
Combinar digitalmente texturas invita a disfrutar de una mirada diferente sobre las particularidades humanas. Las pone en foco, las sitúa en el plano del sentimiento. Muchas veces, las rescata del anonimato y las entroniza en un pedestal forjado de colores, en un palco visible, en un podio de gloria efímero pero transcendental.
Estas son dos “instantáneas” del año 94 en Playa Unión.
La vida cotidiana haciendo foco en la gente humilde en su instante especial de gloria y felicidad, parece ser, el tema recurrente.
Una crónica de la vida sencilla?
NOS PERMITIMOS TENER FANTASÍAS QUE SE PUEDAN COLGAR EN UNA PARED.
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