Habia una columna ilustrada en la prensa norteamericana que se titulaba:
AUNQUE USTED NO LO CREA.... Por Ripley
Bueno este articulo publicado en la secciòn de Clarìn, confirma la vigencia de esa acertada columna de antaño.
Banca ética
¿Otra banca es posible?
En 2011, mientras el sector financiero
anunciaba 200.000 despidos en el mundo, los bancos que transparentan sus
inversiones y se preocupan por el impacto social de sus proyectos
crecieron más que nunca.
- PorFrancisco de Zárate
- BANCOS ETICOS?
Variedad de productos, precios competitivos y, lo más difícil de todo, hacer que el cliente sienta que se hace algo bueno con su dinero.
La fórmula que ofrece la banca ética parece demasiado linda para ser
cierta. Sin embargo, y a contrapelo de un sector financiero global que,
según Bloomberg, anunció 200 mil despidos en 2011, estos bancos
especializados en transparentar sus inversiones y priorizar aquellas con
impacto social “positivo” no han dejado de crecer.
Fundado
en Holanda hace 32 años y con sede en 5 países de Europa, el Triodos
Bank es uno de los mejores ejemplos. Sólo en 2011, creció 24% en número
de clientes. Fiare, el socio español de la italiana Banca Popolare
Etica, vio crecer su negocio a un 20% anual desde la creación en 2000. Y
desde Berlín, el GLS Bank asegura que en los últimos tres años
multiplicaron por dos el número de empleados.
La explicación más repetida del auge ético es el desengaño con la banca tradicional
. En España, los bancos están bajo la mira de la opinión pública por
inflar el valor de los inmuebles para prestar por encima de los máximos
permitidos. En Reino Unido, Barclays confesó bajo presión que manipuló
la tasa de referencia Libor en su beneficio y el de algunos bancos
amigos. En EE.UU. son recordados por su papel en la crisis subprime,
cuando ganaron fortunas con las comisiones de unas hipotecas cuyo riesgo
siempre pasaba a otras manos.
Con este panorama, es fácil comprender el crecimiento de un modelo alternativo
con algunos rasgos en común. Por mucho que la palabra “ético”
signifique algo diferente para cada banco, mantienen políticas
similares: ninguno prestaría a un fabricante de armas, por muy legal que
sea, ni a una empresa con niños entre sus empleados, por muy rentable
que sea.
Pero más allá de los extremos, lo bueno y lo malo se
vuelve opinable. Por eso, el otro denominador común de estos bancos es
la transparencia. Al publicar el detalle de sus inversiones, la banca
ética permite que los clientes sepan qué tipo de proyectos van a apoyar con sus ahorros
. Si el banco es una cooperativa, fórmula habitual en muchos de ellos,
los clientes también pueden ejercer su poder político para cambiar las
inversiones que no consideren éticas.
The Co-operative Bank, en
el Reino Unido, es decano en los dos campos. Hace 140 años se fundó como
cooperativa y hace 20 decidió hacer públicos sus diez mandamientos en
“políticas éticas”. Hoy es el sexto banco del país. Barry
Clavin, su responsable de “sostenibilidad”, elude aferrarse a una
definición de ético. Según él, las dos claves que definen al banco son
los clientes –porque “son ellos y no los directivos los que deciden qué
proyectos apoyar”– y la competitividad: “Buen producto, un servicio de
calidad y una buena red de agencias. No basta con la ética”.
No alcanza, pero la ética tiñe todo lo que hacen estos bancos. También la política de recursos humanos
. En Triodos aseguran que el sueldo más alto es sólo 9,8 veces superior
al más bajo. Muy diferente a los 17,7 millones de libras esterlinas que
en 2011 se llevó a casa Bob Diamond, CEO de Barclays hasta su reciente
dimisión por el escándalo Libor.
Y por supuesto, la ética afecta
también a los depósitos que toman como pasivos y lo que hacen con ellos.
En Fiare, según su gerente Peru Sasia, tienen una estricta política
contra “cualquier dinero que venga de paraísos financieros” y los
préstamos van a “proyectos de cooperación internacional, a
emprendimientos de agroecología, a organismos dedicados a la
transformación en valores, y a empresas que ayudan a personas en
riesgo”.
El movimiento también está en América Latina, con el
peruano Mibanco como uno de los principales jugadores. Según Luis Felipe
Derteano, presidente de Grupo ACP (dueño de Mibanco) y uno de los
fundadores de la asociación Global Alliance for Banking on Values, los
principios son iguales a los de la banca ética europea, con algunas
diferencias: “En Asia y América Latina damos más microcréditos; y en
Europa los préstamos están más ligados a temas culturales, ambientales y
sociales”.
¿La ética será sólo una moda para tiempos de crisis o
algo que vino para quedarse? No es fácil de adivinar. Unos consideran
imposible vencer a una banca que con menos escrúpulos consiga mejores
precios. Otros confían en que los clientes cederán un poco de
rentabilidad a cambio de que se haga un buen uso de su plata.
La
respuesta tal vez esté entre los dos. Como la de Clavin, de The
Co-operative: “Los bancos tradicionales tienen que reconstruir la
confianza del consumidor y ya se dieron cuenta de que hace falta más
transparencia. Ellos son los que van a tener que cambiar”.
PUBLICADO EN http://www.ieco.clarin.com/
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